El Otro

Segunda parte

Ana en el Teatro

En esta segunda parte, intenté mostrar algo que Ana y yo estuvimos hablando acerca del teatro. Algo en lo que concordamos fue que para que el actor pueda abordar un personaje, y meterse en su piel, es preciso que primero se "vacíe" de todo lo que él es. Es necesario que se convierta en un recipiente vacío en el cual se volcará este nuevo personaje. Y recordé las expresiones que tiene cada actor en el instante extraño en que, pies en el escenario, dejan de ser ellos para pasar a ser otros. Hay unos instantes intermedios, entre el ser uno mismo y el convertirse en otro, en el que cada actor a su manera parece vaciarse temporalmente.

Sabiendo que Ana es actriz y que lo único que hace fuera de la facultad y a lo que está dispuesta a sacrificar el poco tiempo libre que tiene es el teatro, me permití proponerle un pequeño desafío. Le di dos textos de teatro, uno "La Paralítica", monólogo de Urdapilleta del libro "Vagones Transportan Humo", y el otro un diálogo del personaje de la Novia en "Bodas de Sangre" de García Lorca. Ambos personajes son bien distintos entre sí, pero sobre todos, bien distintos a Ana. Le propuse que eligiera alguno de los dos personajes para hacer una muy breve representación en un teatro que visitamos.

Lo que fotografié es un poco del personaje de la Hija de la Paralítica (que fue el que eligió), pero sobre todo los instantes previos, el pequeño ritual de Ana antes de ser No-Ana.

Críticos y críticas, critiquen tranquilos.

Sepan disculpar la diferencia de luces y tonos, se debe más que nada al scanner, pero las fotos están mejores (posta jamón)